Perspectiva intra e interorganismo 1
Perspectiva intra e interorganismo 2
viernes, 5 de noviembre de 2010
martes, 26 de octubre de 2010
MUDA
Eso que atraviesa la garganta
Como un cuchillo
Eso que me desvela por las noches
Eso que enturbia mis amaneceres
Con crueles pesadillas
Eso que me asfixia
Eso que no tiene salida
Eso que me acribilla
El alma y termina
Conmigo en pena.
Eso que recorre mi cuerpo
Eso que se estanca en mis piernas
Eso que encorva mis espaldas
Eso que ciega mi mirada
Eso que no soporto de día
Eso que me nubla las noches
Eso, lo innombrable.
Duerme escondido en lo recódito de mí
Con mi plena complicidad
e inconsciencia,
y entonces, soy mía.
jueves, 7 de octubre de 2010
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Sobre la imposibilidad de la argumentación
Las palabras siempre y nunca suenan
A pretensión adolescente, a descaro, a insensatez.
Es terrible saber que uno no puede evitar decirlas
Cuando te piensa o te nombra.
Es mágico saber que poseen la densidad de lo real,
De lo posible, de lo cierto, de lo indiscutible.
Ahora bien, los siempre y los nunca
Unidos a tu nombre y a tu recuerdo
No tienen explicación posible
Son siempres y nuncas intraducibles.
Solo los amantes pueden comprenderlas
Sin más argumentaciones que la certeza
Que nace de los ojos ardientes de quien
Las pronuncia creyendo en ellas.
sábado, 18 de septiembre de 2010
Palabra
/>Al recuperar la palabra recupero esos pequeños detalles
Que de tanto vivir se me olvidan
Como el sol que por mi terraza se derrama
Como el aroma del paraíso florecido de mi vereda
Como la risa de mi hijo cuando ríe
Como el beso de Rodolfo cuando besa
Como la generosidad de Marco cuando comparte.
Pequeños detalles que llenan esos huecos imperceptibles
Que dejan entrever la nada en la que suelo perderme.
Como el agua fresca que bebo tantas veces al día
Como el calor amigo de mis sabanas y almohadas
Como los ojos de Cacho llenos de cariño
Como tantos almuerzos compartidos.
De tanto vivir intensamente y a los golpes
Me olvido de que existen esas marcas de luz
Que son las que me dan respiro.
Una equívoca percepción del cotidiano
Me hace pensar que la vida es la otra, la de afuera
La de la persona publica, la de las calles,
La de amores contrariados y proyectos continuos
La que compra, viste y calza
La que pasea por el parque o va al médico
La que toma jugo de naranja en los bares.
Y mi vida esta tan llena de aquellos pequeños momentos
que le dan consistencia a mi nombre
Esos momentos sin pretensiones y tan míos.
Menos mal que existe la palabra que les devuelve
Lo que mi ambición tantas veces les arrebata.
Que de tanto vivir se me olvidan
Como el sol que por mi terraza se derrama
Como el aroma del paraíso florecido de mi vereda
Como la risa de mi hijo cuando ríe
Como el beso de Rodolfo cuando besa
Como la generosidad de Marco cuando comparte.
Pequeños detalles que llenan esos huecos imperceptibles
Que dejan entrever la nada en la que suelo perderme.
Como el agua fresca que bebo tantas veces al día
Como el calor amigo de mis sabanas y almohadas
Como los ojos de Cacho llenos de cariño
Como tantos almuerzos compartidos.
De tanto vivir intensamente y a los golpes
Me olvido de que existen esas marcas de luz
Que son las que me dan respiro.
Una equívoca percepción del cotidiano
Me hace pensar que la vida es la otra, la de afuera
La de la persona publica, la de las calles,
La de amores contrariados y proyectos continuos
La que compra, viste y calza
La que pasea por el parque o va al médico
La que toma jugo de naranja en los bares.
Y mi vida esta tan llena de aquellos pequeños momentos
que le dan consistencia a mi nombre
Esos momentos sin pretensiones y tan míos.
Menos mal que existe la palabra que les devuelve
Lo que mi ambición tantas veces les arrebata.
viernes, 2 de julio de 2010
POEMA DE HUMBERTO CONSTANTINI
Acerca de la distancia
Uno no debe tomar en broma a la distancia, dicen,
dicen que la distancia es un cuchillo,
una extraña botella donde crece la noche.
Que no se puede jugar con la distancia, dicen,
porque la muerte viene como una bayoneta
y no hay Dios que te salve
cuando estás entre andenes que sollozan.
Que es una cosa seria la distancia, dicen,
que a veces se disfraza de hastaluego,
y a veces es tan simple
que dan ganas de hablarle, hacerle un chiste,
o simplemente andar calle tras calle
llevando su valija.
Total ella es así,
tiene un pequeño bolso y un pañuelo,
y un trajecito gris,
y es tan muchacha de familia, buena.
Pero no es de confiar en la distancia, dicen,
porque ataca de pronto y como un tigre,
tiene predilección por las gargantas.
Sabe partir en dos las primaveras,
saltar sobre palabras que palpitan
y beberles la sangre.
Sabe matar de golpe y limpiamente,
lo mismo que un verdugo.
Pero a mi me dan risa los verdugos,
quería decírtelo,
y con los tigres suelo llevarme bien,
y esto también quería decírtelo,
y la distancia es una cosa tonta,
un padrenuestro,
un pequeño bocado,
que mi amor se devora, clack, casi sin darse cuenta.
Uno no debe tomar en broma a la distancia, dicen,
dicen que la distancia es un cuchillo,
una extraña botella donde crece la noche.
Que no se puede jugar con la distancia, dicen,
porque la muerte viene como una bayoneta
y no hay Dios que te salve
cuando estás entre andenes que sollozan.
Que es una cosa seria la distancia, dicen,
que a veces se disfraza de hastaluego,
y a veces es tan simple
que dan ganas de hablarle, hacerle un chiste,
o simplemente andar calle tras calle
llevando su valija.
Total ella es así,
tiene un pequeño bolso y un pañuelo,
y un trajecito gris,
y es tan muchacha de familia, buena.
Pero no es de confiar en la distancia, dicen,
porque ataca de pronto y como un tigre,
tiene predilección por las gargantas.
Sabe partir en dos las primaveras,
saltar sobre palabras que palpitan
y beberles la sangre.
Sabe matar de golpe y limpiamente,
lo mismo que un verdugo.
Pero a mi me dan risa los verdugos,
quería decírtelo,
y con los tigres suelo llevarme bien,
y esto también quería decírtelo,
y la distancia es una cosa tonta,
un padrenuestro,
un pequeño bocado,
que mi amor se devora, clack, casi sin darse cuenta.
domingo, 6 de junio de 2010
TAN
Necesito un tiempo
Tan solo un breve lapso
para saber y encontrar
ese lugar en donde yo
ser sin temor sea
sin que la piedra dura me pueda
sin que el letargo invernal me alcance
sin que la firmeza de la nada me atrape.
Un breve lapso a la vuelta de la esquina
para amarme de nuevo
para ser mía
para alcanzar los cielos
para eliminar la melancolía.
martes, 1 de junio de 2010
DERECHOS LINGÚÍSTICOS D ELOS NIÑOS (MÉXICO)
UN VIDEO MUY INTERESANTE. HABRÍA QUE PENSAR EN REALIZAR UNO PARA NUESTRO PAÍS.
jueves, 13 de mayo de 2010
martes, 11 de mayo de 2010
viernes, 7 de mayo de 2010
sábado, 1 de mayo de 2010
miércoles, 28 de abril de 2010
lunes, 26 de abril de 2010
Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor del fuego
Alguien me dijo que no es casual…que desde siempre las elegimos. Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan. Pasan las décadas y al volver a recorrer los ríos esos cauces, tengo muy presentes las cualidades que las trajeron a mi tierra personal.
Valientes, reidoras y con labia. Capaces de pasar horas enteras escuchando, muriéndose de risa, consolando. Arquitectas de sueños, hacedoras de planes, ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna.
Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de “un fuego”, nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen.
Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas para afuera en vacaciones, el patio de un colegio, el patio donde jugábamos en la infancia, el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque, la señal de alarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable que son las quedadas a dormir en la casa de las otras.
Las de adolescentes después de un baile, o para preparar un exámen, o para cerrar una noche de cine. Las de “veníte el sábado” porque no hay nada mejor que hacer en el mundo que escuchar música, y hablar, hablar y hablar hasta cansarse. Las de adultas, a veces para asilar en nuestras almas a una con desesperanza en los ojos, y entonces nos desdoblamos en abrazos, en mimos, en palabras, para recordarle que siempre hay un mañana. A veces para compartir, departir, construir, sin excusas, solo por las meras ganas.
El futuro en un tiempo no existía. Cualquiera mayor de 25 era de una vejez no imaginada…y sin embargo…detrás de cada una de nosotras, nuestros ojos.
Cambiamos. Crecimos. Nos dolimos. Parimos hijos. Enterramos muertos. Amamos. Fuimos y somos amadas. Dejamos y nos dejaron. Nos enojamos para toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena. Cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar.
Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos. O no.
Creímos morirnos muchas veces, y encontramos en algún lugar la fuerza de seguir.
Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras. Noches de miles de estrellas y noches desangeladas. Hicimos el amor, y cuando correspondió, también la guerra. Nos entregamos. Nos protegimos. Fuimos heridas e inevitablemente, herimos.
Entonces…los cuerpos dieron cuenta de esas lides, pero todas mantuvimos intacta la mirada. La que nos define, la que nos hace saber que ahí estamos, que seguimos estando y nunca dejamos de estar.
Porque juntas construimos nuestros propios cimientos, en tiempos donde nuestro edificio recién se empezaba a erigir.
Somos más sabias, más hermosas, más completas, más plenas, más dulces, más risueñas y por suerte, de alguna manera, más salvajes.
Y en aquel tiempo también lo éramos, sólo que no lo sabíamos. Hoy somos todas espejos de las unas, y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono.
Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego” que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, hay aquelarre, misterio, tormenta, centellas y armonía. Como siempre. Como nunca. Como toda la vida.
Para todas las brasas de mi vida, las que arden desde hace tanto, y las que recién se suman al fogón.
de Simone Seija Paseyro
Uruguaya – 45 años
jueves, 15 de abril de 2010
SOBRE LAS FORMAS DEL DESAMOR
Muchas veces me ha ocurrido creer reconocer desamor en una mirada, en un gesto, en una palabra, mas ahora creo que el desamor es silencio y es olvido, es un trasto viejo y oxidado, es ese objeto que no tiene lugar e incomoda, es la sorpresa desagradable de una náusea, es querer arrojarse a un vacío.
Muchas veces soñé que el desamor era un desgarro, cruel herida que desangraba de un tirón la vida; muchas otras lo soñé como si fuera la guadaña de la parca acechando en la oscuridad temblorosa de mi habitación desmesurada.
El desamor, amigo mío, no tiene sonido ni sabor…es… ¿cómo explicarlo? Un no saber lo que se sabía, un no sorber lo que se sorbía, un no gustar lo que se gustaba y finalmente una forma más del sin sentido.
El desamor es como una mañana nublada o soleada, no importa. Es un amanecer muy frío y sin frazadas, en una larga tregua del deseo y una esperanza lejana de armonía.
Muchas veces he creído leer desde un paradigma indicial la temida catástrofe: ahora sé que no existe Casandra alguna que adivine ese sucio despojo del cariño que fue lo que tuve y ya no tengo y por el que -con sorpresa-, mi garganta no emite ningún quejido.
El desamor es ahora esta extraña cabaña en la que habito sin miedo, sin pena, sin gloria, es lo que tengo, lo que aún no he perdido.
Muchas veces soñé que el desamor era un desgarro, cruel herida que desangraba de un tirón la vida; muchas otras lo soñé como si fuera la guadaña de la parca acechando en la oscuridad temblorosa de mi habitación desmesurada.
El desamor, amigo mío, no tiene sonido ni sabor…es… ¿cómo explicarlo? Un no saber lo que se sabía, un no sorber lo que se sorbía, un no gustar lo que se gustaba y finalmente una forma más del sin sentido.
El desamor es como una mañana nublada o soleada, no importa. Es un amanecer muy frío y sin frazadas, en una larga tregua del deseo y una esperanza lejana de armonía.
Muchas veces he creído leer desde un paradigma indicial la temida catástrofe: ahora sé que no existe Casandra alguna que adivine ese sucio despojo del cariño que fue lo que tuve y ya no tengo y por el que -con sorpresa-, mi garganta no emite ningún quejido.
El desamor es ahora esta extraña cabaña en la que habito sin miedo, sin pena, sin gloria, es lo que tengo, lo que aún no he perdido.
martes, 13 de abril de 2010
ÑEMITY
Escucho esta canción cuando tengo añoranza de mi querido CheYro'cué, Alto Paraná, Paraguay...
lunes, 12 de abril de 2010
Un texto interesante de Beatriz Bixio
Cuando cerró el V Congreso de Didáctica la Lengua y la Literatura, la Dra. Beatriz Bixio, señaló algunas cuestiones muy interesantes sobre la lengua y la escuela.Lo comparto.
jueves, 8 de abril de 2010
PORQUE SIEMPRE ES 8 DE MARZO
No me arrepiento de nada
(Gioconda Belli)
Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
—ellas habitando en mí queriendo ser yo misma—
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
—en horas de oficina—
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.
miércoles, 3 de marzo de 2010
ASI
ACCESIBILIDAD
NO, NUNCA, JAMAS.
PENSABA MIENTRAS REIA
Y TU VOZ ME RODEABA.
NO NUNCA JAMAS
MIENTRAS BLANDIA MI ESPERANZA
APENAS PERCIBIDA
DE ALCANZAR ESTRELLAS DISTANTES
NO NUNCA JAMAS
MIENTRAS UN GRITO CARGADO
DE TEMORES Y ANSIAS
ME CRECIA EN EL VIENTRE AGITADO
NO NUNCA JAMAS
DE CARA AL VIENTO Y DISTANTE
NO NUNCA JAMAS
Y AHORA AQUI
SABOREANDO CENIZAS
DESMENUZANDO TERRONES DE TIERRA
QUE NO PENSE SERIAN MIOS.
NO NUNCA JAMAS
Y SI SIEMPRE AHORA.
A ponchazos la vida...
Nadie sabe y yo tampoco
y sin embargo
respiro y siento
vivo y deliro
espero y creo
sin saber nada
camino ignorando
mis dias
Y no importa.
y sin embargo
respiro y siento
vivo y deliro
espero y creo
sin saber nada
camino ignorando
mis dias
Y no importa.
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