sábado, 18 de septiembre de 2010

Palabra

/>Al recuperar la palabra recupero esos pequeños detalles

Que de tanto vivir se me olvidan

Como el sol que por mi terraza se derrama

Como el aroma del paraíso florecido de mi vereda

Como la risa de mi hijo cuando ríe

Como el beso de Rodolfo cuando besa

Como la generosidad de Marco cuando comparte.

Pequeños detalles que llenan esos huecos imperceptibles

Que dejan entrever la nada en la que suelo perderme.

Como el agua fresca que bebo tantas veces al día

Como el calor amigo de mis sabanas y almohadas

Como los ojos de Cacho llenos de cariño

Como tantos almuerzos compartidos.

De tanto vivir intensamente y a los golpes

Me olvido de que existen esas marcas de luz

Que son las que me dan respiro.

Una equívoca percepción del cotidiano

Me hace pensar que la vida es la otra, la de afuera

La de la persona publica, la de las calles,

La de amores contrariados y proyectos continuos

La que compra, viste y calza

La que pasea por el parque o va al médico

La que toma jugo de naranja en los bares.

Y mi vida esta tan llena de aquellos pequeños momentos

que le dan consistencia a mi nombre

Esos momentos sin pretensiones y tan míos.

Menos mal que existe la palabra que les devuelve

Lo que mi ambición tantas veces les arrebata.

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